Durante seis meses, cámaras acompañan a pacientes críticos ingresados en una unidad de cuidados intensivos. Médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería y psicólogos acompañan a los pacientes, pero también a sus familias en situaciones de gran fragilidad emocional. La dedicación y la solidaridad apenas ocultan las dificultades que enfrentan los equipos.